


Nuestra reputación digital
La imagen digital que proyectamos es sumamente importante en estos días. Ya no se trata de evaluar si debes comportarte con corrección únicamente si te dedicas a la imagen pública o a funciones ejecutivas/gerenciales. Ahora es algo que atañe a cualquier profesión, oficio o actividad. Las redes sociales son ese escaparate o vidriera en el que no hay lugar para el desahogo irracional; por tanto, si nuestra intención es atraer al «mejor postor», solo mostraremos lo mejor.
Estos son algunos consejos para cultivar y mantener nuestra reputación digital:
- Si abres un perfil en una red social, deberás completar todos tus datos en ella. Como también publicar una fotografía real y actualizada.
- Utiliza el mismo nombre de usuario en todas las redes sociales. Si te llamas @RobMartinezzen Twitter, no uses «Roberto Martínez» en Facebook y «Roberth Martinez» en LinkedIn. De lo contrario, cuando algún interesado en ti o en tus servicios quiera ubicarte tendrá problemas.
- No cometas el error de crear varios perfiles: uno para familiares y amigos, otro profesional y uno de broma. La persona que desee encontrarte y vea varias opciones de contacto podría confundirse y sentir desconfianza.
- Utiliza imágenes de portada bien estudiadas, al mismo tiempo, adecuadas a la imagen de marca que quieres proyectar. Toma la decisión de usar fotografías o diseños en alta calidad y que no resulten ofensivos a la mayoría de los usuarios.
- Las redes sociales pueden ser adictivas, pero también aburridas. Todos debemos sacarle el mayor provecho siendo partícipes en foros, grupos, páginas y más. Publica comentarios acertados, no actúes desde las emociones, piensa lo que publicarás. Recuerda que estás dejando una huella digital.
- Debemos ser conscientes que todas las expresiones que utilizamos y las fotografías que publicamos en una red social como Facebook pueden proyectar masivamente nuestra imagen. En Facebook contamos con amigos, familiares, colegas, compañeros, pero además existen ojos que no vemos. Hoy en día los reclutadores utilizan ese medio para identificar rasgos de nuestra personalidad y ayudar a la toma de decisiones.
- Las palabras son un poder. Te recomiendo que uses siempre un lenguaje positivo. Comparte contenido en dosis que alimenten la vida de tus contactos, frases inspiradoras, artículos, vídeos que motiven y estén relacionados con tu actividad o profesión.
- Crea un blog o web en donde te des a conocer. Esto genera una buena imagen profesional.
Tener una buena «imagen digital» nos puede llevar mucho tiempo (meses, incluso, años); sin embargo, perderla puede ser cuestión de minutos. No olvides que borrar nuestro rastro en la red es más difícil de lo que pensamos.